Qué Tipo De Personajes Intervienen En Un Cuento De Hadas

Personaje, como se sabe, proviene del término latino “persona”, que significaba máscara. En el teatro clásico antiguo, los actores empleaban unas máscaras que daban a entender que estaban representando a seres imaginarios, a los tipos de personajes mucho más variopintos. Asimismo héroes míticos, colosales, monstruos, demonios, divinidades y dioses, etc. Por una casualidad del destino lingüístico, el vocablo “persona” no nos llegó a nosotros en la actualidad como sinónimo de máscara. Simboliza mucho más bien todo lo opuesto, destina a un humano completo y susceptible de plena dignidad. Los personajes estereotipados son esos que solo con nombrarlos nos hacemos una idea de sus especificaciones.

Sin embargo, no todos los personajes alegóricos son propios de la mitología o el imaginario colectivo, puede haber individuos alegóricos propios de una historia que solo tienen sentido en ese cuento o novela. Podemos decir que algunos personajes literarios que tienen nombre propio. Son personajes que tienen unas especificaciones muy concretas y que, de ahí que, es interesante hablar de ellos de manera individual. Esta clasificación de Vladimir Propp se relaciona por su parte con un listado de funcionalidades de estos personajes en la historia y que también explica en su Morfología del cuento. Son personajes empleados muchas veces en las historias de género fantástico o de aventuras. Un mismo personaje, no obstante, puede adoptar múltiples de estos papeles e inclusive evolucionar de uno a otro, como hemos visto.

No en vano la última lección que le da la vieja, en instante tan puesto en compromiso como tópico -el de la boda con entre las hijas del rey Chuchurumbé-, tiene como base el seguir de las princesas con sus semejantes. Sé que escapamos por milagro de unos bandoleros que deseaban asesinarme… Cuando íbamos por el bosque, los delincuentes nos percibieron desde lejos y corrieron en nuestra persecución…

«y Va De Cuento» O La Ilusión De

Con ello entramos en el carácter oral del cuento y, como tal, en su tradición transmitida de boca en boca, de generación en generación. No debemos olvidar que “cuento” viene de “contar”, de hablar, en resumen. La literatura nació como algo oral, de ahí la relevancia que tiene para nosotros el folklore de los pueblos primitivos, porque es la única forma de entender su cultura, sus opiniones y pensamientos. La peripecia provocada por la participación del hada Copo de Nieve merece particular atención, ya que, a nuestro juicio, es el mayor hallazgo poético de esta obra de Benavente484. Cuadro 1.º Los traperos se reúnen en su cueva con todos los desperdicios de la humanidad dudando que de ellos las hadas puedan hilar un solo «hilillo de luz» para el velo de Maya.

Pedro los toma por auténticos y sacrificados salvadores de la hacienda del comerciante, cuando en realidad son ladrones394. En verdad hablamos de una acción exterior cuya verdadera y oculta significación no sabe descubrir. Producciones particulares para la escena cuyos elementos están sacados del fondo genérico del cuento infantil clásico. Este sería el caso de El príncipe que todo lo aprendió en los libros, tal como La cabeza del dragón, de Valle-Inclán, si bien éstos han incorporado otros elementos extraídos de la literatura de españa. Y buscaron ofrecer trascendencia mayor que la contenida en los temas cuyos elementos han usado. Este encuentro final, con cierre del periplo, puede tener carácter casi de apoteosis, según práctica que sostendrá en la casi integridad de obras infantiles Benavente.

Fantasía Imposible

A lo destacado tu protagonista siempre y en todo momento se sintió dominado por su hermano mayor, o considera a su jefe una figura de autoridad que debe de respetar. Es también un personaje importante y representa la fuerza contra la que pelea el personaje principal. El antagonista se enfrenta al personaje principal, está en oposición a que él logre sus objetivos.

De todos modos no es más que una exhibe del antiaristocratismo del pueblo español. Pedro sale movido por el ansia de comprender, de comprobar, y dócil a las inspiraciones del hada y de Lisa. Desoirá, por tanto, las voces de los acompañantes, por otro lado inútiles y poco sobre aviso, e incluso las de la misma realidad hasta que esta se le imponga por sí sola. La conexión patente entre estas dos proyectos puede ser meramente casual, como usufructuarias las dos de un fondo común de ideas y de tipos prestos a usarse siempre y cuando de literatura infantil se habla. El cariño de los progenitores puede alzar murallas que defiendan a los hijos de la maldad y tristeza de todo el mundo; puede fingirles un mundo de ilusiones, que no es el auténtico… Pero al fallecer nosotros, en el momento en que deba reinar él solo sobre millones de súbditos de toda condición; en el momento en que absolutamente nadie esté a su lado para quererle con desinterés, para aconsejarle sin malicia, para advertirle sin engaños…370.

En cambio sí que semejan un acierto los nombres con que se designa a la mayor parte de los personajes. Son nombres con significado pleno para el niño y argumentan a los de la mitología literaria -el príncipe azul, la vieja, el ogro, la hermosa- y están empleados en su sentido recto sin deformación de ningún tipo. Lo que nos permite deducir que el instante mucho más interesante para esta obra serían los once años, habida cuenta de las circunstancias fabuloso-realistas en que se desplaza su argumento y de la intención desmitificadora del creador.

Se estrenó en La capital española, en elTeatro del Príncipe Alfonso, exactamente el mismo día queEl príncipe que todo lo aprendió de los libros. Pequeños contentos que halláis en vuestra casa no sólo el pan, sino las gominolas de cada día entre caricias y besos…, acordaos alguna vez y compadeceos de estos niños sin niñez… De las tres pruebas proposiciones por la vieja 2 definen el accionar social. La tercera -escoger entre una joya, un libro o una flor- es una genuina manipulación del autor, según con la proposición antilibresca adoptada en esta obra. Despierta ya en la conciencia del príncipe el término de la justicia social.

Sin embargo necesitamos construirlas bien si deseamos darle a nuestro relato vida. Por el hecho de que un relato sin los tipos de individuos correctos es un relato vacío y también insustancial. A veces los individuos no son no humanos, pero sin duda siempre van a estar acompañados por un narrador humano, con especificaciones humanas. Se habla, pues, de conseguir los tipos de individuos que se dan en casi todas las novelas.

Géneros De Personajes En Un Cuento: Personajes Redondos Y Individuos Planos

El príncipe sale de palacio con una idea y vuelve a palacio -aunque sea otro- con otras aprendidas en su periplo por la realidad. Aun la sobriedad en las acotaciones puede interpretarse como voluntad decidida del autor de confiar al directivo y al escenógrafo una labor que en nada difiere de las que comunmente realizan respecto al teatro de adultos. El espacio en esta obra no juega un papel mucho más indicativo que el brindado por otras obras en situaciones afines. No hay atisbo ninguno revolucionario o de acercamiento particular al niño, como no sea la sencillez. El único personaje en quien aparece tensión interior, aunque apenas esbozada, es la Vieja, y la tensión brota no en el instante en que se somete a los empujones del autor, para doblegarse a la ficción y continuar el juego, sino más bien cuando quiebra su línea de conducta anterior332 y decide no proseguir siendo cómplice de los criminales leñadores.

La fuerza trágica de su crítica se hace de esta manera mucho más observable. La ambición, el egoísmo, la hipocresía, tienen la posibilidad de citarse entre los vicios atacados aquí y que tenemos la posibilidad de estimar como personales. Las conveniencias sociales, los excesos de la burocracia, el nepotismo y la corrupción, entre aquéllos que podemos calificar como sociales. El príncipe azul, por contra, se empeña sin fundamento real, y pese a todas y cada una de las apariencias, en confundir a la hermosa con una embaucadora, al rico propietario con el ogro y a la pobre vieja con su hada buena, reducida a su de hoy estado de miseria porque sufre algún encantamiento. Por tanto, podemos concluir que El viaje de Pedro tendrá secuelas de carácter ilustrativo y moralizador, al paso que El príncipe que todo… Es desmitificador, por un lado, y, por otro, significará una actualización y jerarquización del mito.