Y si bien hoy día estamos más conectados que nunca, nuestras conexiones son menos específicas, pues publicamos muchas actualizaciones personales dirigidas a una audiencia desconocida que no siente la compromiso de contestar. En todos estos terrenos logramos hallar ciertas sorpresas a la vez que la monótona rutina de los estereotipos, la ocultación de los sentimientos, las renuencias al intentar cuestiones económicas y las fórmulas de afecto que difícilmente tenemos la posibilidad de detectar con genuinos raptos del corazón. No se conoce realmente bien cuándo se implantó el primer correo, comprendido este como el servicio público que transporta y hace llegar a su destino la correo oficial y privada.
O correos en mula o a caballo , que hacían un camino directo o iban de una localidad a otra por la posta, esto es, mudando de caballo en estaciones o postas, lo que les dejaba contemplar distancias de entre 80 y 100 kilómetros cada día. En las cartas cariñosas y en los relatos de prácticas ascéticas y de visiones místicas se proyecta la intimidad de los sentimientos, que no han cambiado bastante en las últimas centurias. Lo que ha variado es la espontaneidad de la gente para manifestarse y la credulidad en hechos espectaculares; el planeta barroco no se había abierto a la crítica racional y lo maravilloso podía hallarse en cualquier momento por el hecho de que la Iglesia aseguraba que los milagros proseguían pasando y que la santidad se encontraba al alcance de cualquiera. Y tampoco aportan gran cosa al historiador interesado en entender la vida cotidiana las cartas y epistolarios recogidos por los inquisidores en expedientes distintos.
Misivas De Todos Los Modelos
Los recortes son una manera práctica de recopilar pantallas importantes para volver a ellas más tarde. En este momento puedes ajustar el nombre de un tablero de recortes para almacenar tus recortes. Así que aprovechamos esta oportunidad para invitar a quienes lean esta entrevista a conocer la serie y a formar parte en este trueque epistolar concebido a contratiempo, mientras que anunciamos que el año próximo se emitirá una segunda temporada. En España, en los últimos tiempos el descenso en la entrega de cartas postales es exponencial.
Desde el siglo XV había ordenanzas que fijaban la partida y llegada regulares de los correos, la inviolabilidad de las cartas, los sueldos y el derecho de reclamación en caso de pérdida. Este correo ordinario –llamado así para diferenciarlo del increíble guardado a la comunicación diplomática– llegaba y partía en días fijos de la semana. «El día de hoy es día de correo y he de escribir a un amigo», afirmaba un personaje de una obra teatral de Agustín Moreto.
¿cuál Es El Origen Del Correo?
Para distancias largas y mensajes de importancia cabía la posibilidad de abonar a eso que hoy llamaríamos un mensajero o, en el lenguaje de la época, un «propio», una persona a la que se pagaba a fin de que entregase la carta en persona al destinatario. «Despachó un propio a toda diligencia con cartas suyas», se lee en una biografía de la monja Ana de Jesús. Si el receptor estaba parcialmente cerca, por servirnos de un ejemplo en exactamente la misma localidad, lo mucho más simple era encargar a otra persona que llevara el mensaje, por servirnos de un ejemplo, a un criado.
«En realidad, lo importante es la escritura a mano», afirma John O\’Connell en For the Love of Letters . Hay maravillosos intercambios de mails que contradicen tal afirmación, pero el extremismo de O\’Connell es esencial. Las palabras sobre papel transmiten algo que ha tocado una persona a los dedos de otra; persisten a la vez que son perecederas, como si fuesen una metonimia del cuerpo humano. En las cartas de emigrantes es frecuente, pero no incesante, como fórmula o como auténtica preocupación, la explicación del estado de salud y los buenos deseos para el familiar al que se dirige la correspondencia.
Cartas De Amor De Freud, Einstein, Fitzgerald Y Otros Famosos
Jamás como entonces la carta alcanzó una posición tan privilegiada en la vida diaria. Otros aspectos positivos de la carta, sin embargo, no han subsistido en la era digital. Ni los e-mails ni los sms complacen a los apasionados a la carta adaptada porque estos buscan algo más que simplemente escribir a distancia.
En el momento en que las cartas trataban de trascendentales temas de gobierno, privilegios, mercedes o cuestiones económicas, era usual mandar a un procurador que llevaba personalmente los documentos y se ocupaba de gestionar el buen fin de los inconvenientes en trámite. Al menos a lo largo del siglo XVI sobraban motivos para tomar semejantes cautelas, en tanto que las autoridades novohispanas tuvieron pocos escrúpulos para retener las cartas de las que sospechaban que podrían perjudicarles, pese a la categórica prohibición de interceptar o violar la correspondencia. Las justicias reales debían evitar «exceso similar, ya que es opresión, crueldad e inurbanidad que no se permite entre gente que vive en cristiana política»26.
Noticias Aleatorias
También la presencia del correo determinaba el apresuramiento en la escritura, en el momento en que se pretendía que saliese la misiva en un momento preciso. Las cartas también fueron vehículo para anunciar fundamentos de protesta y peticiones de auxilio. Los trabajadores de una hacienda azucarera denunciaron ante el tribunal del Santurrón Trabajo al dueño y mayordomos que los maltrataban. Para realizar mayor fuerza en sus demandas refirieron que los esclavos «están maltratados assí de feísimas palabras como de azotes y palos y el trabaxo elevado, que se ven muy aflixidos», hasta el punto de que varios blasfemaban y renegaban en su desesperación y, presionados por la necesidad, aun salían a hurtar por los caminos. En lo que se refiere a la identificación de las enfermedades y los datos sobre sus causas y régimen, no se aprecian diferencias a lo largo de los años; no las hay según el nivel cultural, pues cuanto mucho más letrados son los que las describen, mucho más peregrinas se antojan sus explicaciones. Don Diego Núñez, caballero de gran fortuna y excepcional corrección literaria, describía su dolencia como una intemperie en el bazo «originada de bastante beber agua de nieve y bebidas frías» y que se manifestaba por flato «que parece que me muero (…) cada uno de los que me acostumbran a ofrecer juzgase por el último de mi vida»44.
En contraste con el cúmulo de novedades familiares registradas en las cartas trasatlánticas, la correo local adolecía de permanente falta de novedades. En el momento en que el remitente manifiesta su júbilo al ver las «letritas» de su corresponsal podemos pensar que, efectivamente, eran las letras, la perseverancia del recuerdo compartido, la seguridad de que alguien le dedicaba su atención, lo que motivaba el gusto por escribirse, puesto que inútilmente procuramos descripción de hechos o cuentos de situaciones. Ciudades del virreinato, lo que también se incumplía por el hecho de que en cada posta debían aguardar la llegada del correo de México antes de salir los que repartirían a otros pueblos y ciudades. Causantes de ofrecer el servicio requerido y sabedores de su escasa aptitud para conseguirlo, los administradores recomendaban indulgencia con los imputados de semejantes delitos. La correspondencia de Ultramar sufría constantes retrasos y pérdidas, aunque hubo numerosos intentos de sistematizar las datas de salida de las valijas desde España y consiguientemente las de retorno. Los «barcos de aviso», que transportaban el correo, eran barcos pequeños, veloces y de poco calado, que viajaban junto a las flotas o independientes de ellas y podían, aun, bajar la correo antes de su punto de destino cuando se considerase que sería más rápido el traslado por tierra.